domingo, 27 de marzo de 2011

Sustito superado

Aysssss si es que ahora tengo más miedo que once viejasssssssssssssssssss., me miro más que nunca y claro creo que eso tampoco es bueno del todo jijii.
El miércoles fuí a la consulta de la cirujana, y en principio todo bien. Me rellenaron algo más el pecho derecho, para igualarlo con el izquierdo, y la alegría: dentro de tres semanas cuando vuelva terminan de expandirme oe oe oe oeeeeeeeeeeeeeeeeeee. No es mucho, pero un cosa que me quito ya de encima.
El caso es que me llevaba notando hace unos días unos bultitos en ese pecho y se lo comenté, me hizo una eco allí y me dijo que en principio no se veía nada extraño que podría ser del espansor que al no estar lleno del todo hacía bolsas y que si cuando volviese en tres semanas seguía igual me pediría otra eco de más resolución. Lejos de tranquilizarme, yo soy así, me preocupé todavía más. Así que pasé dos días muy chungos dándole vueltas al coco, así que el viernes me presenté de nuevo en la consulta. Esta vez estaba Luís y me vió en ese momento, menos mal porque con los nervios que llevaba. Me estuvo examimando y me dijo que eran bultitos de grasa, cuando se vacía la mama se intenta quitar toda la grasa pero siempre queda algo. Al principio estaba más blandita, después he recordado que es verdad que antes lo notaba así, y que luego se hace duro. Pero que desaparecerán solos, aunque tarde tiempo desaparecerán. Claro salí de allí más feliz que nada, y con toda la tranquilidad del mundo. Buffff que mal se pasa con los miedos y dudas ...
Por lo demás todo bien, el pecho está cada vez mejor y yo también. Los efectos de la segunda quimio desaparecieron hace tiempo, así que ahora a esperar el día 04 para la tercera.
Viento en popa a toda vela.
Besitos.

jueves, 17 de marzo de 2011

Segunda sesión de quimioterapia

El lunes fué la segunda sesión, y he estado algo desaparecida porque las nauseas han estado haciendo de las suyas.
El día empezó con los nervios típicos de cada vez que voy a recoger unos resultados, la analítica era lo de menos lo que me comía la cabeza era el rastreo óseo. A las 8:30 me hicieron la extracción de sangre, desayuné y sobre las 10:30 entrábamos a la oncóloga. Me dijo que la anemia estaba perfecta y que las defensas se estaban portando de maravilla, primera prueba superada. Entonces, casi balbuceando, le pregunté por el rastreo. PERFECTO, me dijoooooooooooo y yo di un suspiro que hasta ella se rió. Buffff que descanso, vale que tenía que estar bien pero hasta que no me lo confirmaran pues no me lo acababa de creer. Le comenté lo mal que lo pasé con el estreñimiento la otra vez, y no me ha bajado la dosis de los medicamentos para las nauseas pero me ha dicho que me tome los sobres que me están yendo muy bien.
Así que de cabeza a la quimio, como la otra vez un par de horitas y a casa. Desde mitad de tarde empecé con las nauseas, y hasta el momento ahí siguen (aunque acabo de comerme un trocito de pan y parece que se han estancado un poco, algo es algo). La verdad que la otra vez empecé al tercer día por la tarde a mejorar, así que espero que mañana ya me levante mejor.
De lo que estoy muy contenta es con el estreñimiento, y toco madera. De momento voy regularmente al baño, hasta dos veces o tres, así que los malos ratos que pasé la otra vez se están evitando y os confieso que para mí esto ya es un gran logro.
Ahora a seguir mejorando día tras día, y tengo ganas de que llegue el domingo. Tengo comilona, para celebrar el cumple de mi padre que fue el 01 de marzo y el de Manolo que será el 01 de abril. Día perfecto, rodeada de gente querida con la que disfruto cada momento.

viernes, 11 de marzo de 2011

Dos meses después ...

Parece mentira, pero ya han pasado dos meses desde la operación. Dos meses en los que el miedo del principio ha ido dando paso a la esperanza, a la fuerza, a la gran mejoría.Y es que el tiempo pasa tan rápido, para lo bueno y para lo malo, lo que pasa es que lo malo parece que no avance pero sí avanza, a su ritmo, pero avanza.

Esta mañana me he sorprendido pensando no en estos dos últimos dos meses, sino desde el 23 de noviembre que recibí la noticia. Madre mía han pasado casi cuatro meses ya, quién me iba a decir a mí entonces (cuando solo veía todo negro, muy negro) que a estas alturas iba a sentirme como ahora.

De ese dichoso día hay unas cuantas cosas que se me han quedado grabadas a fuego en la memoria: la primera de ellas fueron las palabras de la radióloga asegurándome que al 90% era maligno, madre mía los sudores fríos que me entraron, las lágrimas que sin querer iba derramando..., no podía volver a pasarme a mí pero sí obviamente pasó.

Cuando salí de hacerme la biopsia la cara de Luci que me esperaba, estaba esperanzada (como todos) de que aquello saldría bien y no tendría que preocuparme. En cuanto me vió supo que nada iba bien, recuerdo la vuelta en coche a casa con sus palabras de consuelo.

La llamada a mi hermano, que rápidamente me hizo volver a cinco años atrás. Nuestras palabras entrecortadas, las suyas casi susurrando asegurándome (como si así pudiese autoconvencerse) de que finalmente todo saldría bien. Creo que apenas pudimos hablar durante unos minutos, pero fueron suficientes.

La visita de Xelo a casa, a mediodía sin avisar y pidiéndome por favor que la dejara subir. No quería hablar con nadie, pero he de reconocer que su abrazo me devolvió parte de las fuerzas que me flaqueaban.

El encuentro con mi prima Marga, que después de haber hablado durante todo el día varias veces vino a casa. Prácticamente no podíamos articular palabras, todo eran lamentos de por qué otra vez a mi, y la esperanza, siempre la esperanza de que al final todo saldría bien. El miedo estaba presente entre las dos, de verdad que era una sensación de impotencia de no poder hacer nada. Solamente con tenerla allí a mi lado me calmaba y me infundía tanta confianza ...

Y el peor momento del día, cuando llegó Manolo a casa. La llamada de teléfono fue muy dura, pero ni punto de comparación con vernos cara a cara. Ayssss todo había vuelto hacia atrás, lo ví tan derrumbado, con tanto dolor dentro. De verdad que sigue doliéndome el alma recordarlo ...

Teníamos que volver a plantarle cara al cáncer, y lo íbamos a hacer, y lo hemos hecho, y lo seguiremos haciendo. Han sido casi cuatro meses de pruebas, de hospitales, de operación, de mucho miedo a resultados, de rabia y dolor, pero poco a poco va pasando.

Y os aseguro que a veces me sorprendo sonriendo por la calle, simplemente por ver a un niño reir, por disfrutar del sol, de un paseo, de tantas cosas normales a las que ahora doy más importancia.

Me encuentro mucho más fuerte, voy aceptando poco a poco los cambios de mi cuerpo. El martes tuve que raparme la cabeza, porque el pelo ya caía tanto que me daba bastante apuro. Tengo que reconocer que fue otro momento duro, el verme por primera vez en el espejo costó. Pero, como siempre y una vez más, a mi lado Manolo haciéndome ver lo guapa que siempre estoy (para él claro, debe ser que el amor es ciego jejeje), que sigo siendo la misma con más pelo o con menos, con unos pechos o con otros porque lo imporante para él es la vida.

Y ahora a prepararme para el lunes, la segunda sesión de quimio espera. La afrontaré como la primera, con fuerza y decisión, porque cuando pase el marcador avanzará: Geli 2 - Bicho 0. Además ya solamente quedarán 6, dos borradas para siempre.

Así que no puedo más que dar gracias a eso: A LA VIDA. Porque es verdad que todos estamos de paso, pero quiero pensar que todavía me queda mucho de pasar por ella, de caminar a vuestro lado. Porque lo que tengo muy claro es que todo esto no lo podría estar haciendo sola, sin el apoyo de los que me quieren, de sus  
llamadas, de sus emails, de sus muestras de cariño, sin vuestra sincera compañía.

Por todo eso una vez más gracias de todo corazón, de mi parte y de la de Manolo. Siempre, siempre, estareis en nuestros corazones.

Un abrazo muy grande.

jueves, 3 de marzo de 2011

El único efecto secundario: el estreñimiento.

Y yo estaba feliz, feliz cual una perdiz de ver que apenas había tenido ningún efecto. Peroooooo llegó, y llegó de una forma muy dolorosa.
He pasado un fin de semana terrible, porque conforme iban pasando los días se hacía más notable y más doloroso. Después de una semana sin poder entrar al baño ya no podía más, lo había probado todo: varios enemas, laxantes y nada de nada.
El sábado por la tarde en un centro comercial me dió un terrible dolor, fuí al baño pero no pude hacer nada. El dolor que me dió me hizo salir corriendo de allí y para casa. Me volví a poner otro enema, y nada de nada. La noche fuy muy mala, el domingo también. Estuve a punto de irme a urgencias, pero por fin el domingo por la noche conseguí entrar al baño.
Os aseguro que no había pasado esos dolores jamás, no suelo ser muy quejica pero los gritos cada vez que entraba al baño creo que se oían en todo el edificio.
Ahora ya me encuentro perfecta, cuando vaya a la cita de la oncóloga el día 14 se lo diré porque ya me lo advirtió. Tendrán que ajustar la medicación de las naúseas, pero prefiero pasar un poquito antes que volver a tener el estreñimiento.
Por lo demás todo sigue genial, salvo el resfriado que no hay forma de quitármelo de encima.
Desde esta mañana estoy notando que empieza a caer el pelo, tendré que hacerme a la idea que poquito a poco iré quedando pelona.
Pero hoy por hoy no me importa nada, me encuentro feliz, fuerte y con ganas de seguir adelante: por mí y por los que me rodean.
Besos.