viernes, 26 de noviembre de 2010

Confirmando malos pronósticos.

El martes fui con una amiga a hacerme la biopsia, madre mía la hora y media que estuvimos esperando para entrar fue horrible. Que lento pasa el tiempo cuando uno quiere que todo pase rápido, los segundos parecen horas.

Nada más entrar la radióloga supe que algo iba mal, desde el primer momento me dijo que en la mamografía había visto dos nódulos: uno le gustaba, pero el otro no. Al preguntarle si había posibilidad de que no fuese bueno me dijo que casi al 90% iba a ser malo. Me dijo que era pequeño, y que no se veía nada por la axila.

Miedo, frío, lágrimas, quirófano, tratamiento, familia, todas esas palabras pasaron por mi cabeza en apenas un segundo. No podía ser, otra vez me estaba pasando lo mismo.

Me hizo la biopsia (las que tengan que pasar alguna vez por una de ellas tranquilas, te anestesian la zona y no se siente nada) en los dos nódulos, me dijo que dependiendo de los resultados del otro intervendrán de una forma u otra. Se puso en el peor de los casos, la operación. Y me volvió a dejar bién claro que me prepare para los resultados, porque está segura de que no se equivoca.

El siguiente paso es una resonancia y esperar los resultados de la biopsia. Entonces se reunirá el cómite de mama para decidir cómo proceden, me llamará el ginecólogo o el cirujano para comunicarme cuál es su decisión.

A partir de ese momento todo se me vino abajo, salí temblando de la consulta. Mi amiga, gracias Luci, que estaba fuera se sorprendió cuando me vió salir. Todos pensaban que no sería nada, y se habían confirmado mis miedos. Me animó como pudo y me llevó a casa, era el momento de volver a decirle a Manolo (mi marido) que la pesadilla había vuelto. Esa conversación y el terrible momento cuando llegó a casa me los guardo, porque me duele mucho recordarlo ...

Mi hermano, mi prima  y amigos, de momento ellos son los únicos que lo saben. Esta tarde vuelven mis padres, y de nuevo tendré que decirles que las cosas no marchan bién. Se me parte el alma por ellos, por todos los que me quieren. No sé todavía lo que es ser madre, pero sí lo que sufren. Para la mía fue un verdadero horror que tuviese el cáncer de ovario, ahora no quiero ni pensar cómo reaccionará.

Ese es otro problema, no solo lo pasa el enfermo sino todo el que te quiere y te rodea. Ojalá pudiese pasarlo sin que tuvieran que saber nada, os aseguro que me duele en el alma su sufrimiento.

Ayer tarde me llamaron del hospital, el martes por la tarde tengo que ir a hacerme una resonancia.

No puede ser, ¿por qué la vida es tan crúel, por qué después de una alegría me vuelve a golpear?. Ahora mismo estoy totalmente descolocada, asustada, nerviosa, rabiosa, confundida, cabreada. Imagino que todos estos sentimientos son normales ante esta situación, espero poco a poco ir aclarando las ideas...

La alegría duró poco.

Pasé una semana flotando, como en una nube. Era genial ver a todo el mundo feliz, ya todo estaba olvidado.

Cuando me hicieron la mamografía me dijeron que igual me llamaban para hacerme una ecografía, que no me asustara pero que a 8 de cada 10 suelen avisarlas. Ya habían pasado casi dos semanas, así que pensaba que todo estaba bien. Pero el viernes a la 13:30 sonó el móvil, cuando vi un número tan largo ya sabía de donde llamaban.

La desagradable sorpresa fue cuando me dijeron que tenía que estar allí el martes a las 10:00 para hacerme unas pruebas". Ah la ecografía? le pregunté. Sí la ecografía y una biopsia. Ya os podeis imaginar como me quedé en ese momento, iba conduciendo y no acertaba ni tan siquiera a aparcar. Me entró un frío por todo el cuerpo, luego calor, sudor, hasta casi mareo.

No dije nada a mis padres, porque se iban al día siguiente de viaje y entonces no se irían. Solo los más allegados, mi marido, mi hermano, mi prima. Entre todos consiguieron que pensara que era rutinario,dejé pasar el fin de semana como pude con más miedo que otra cosa.

jueves, 25 de noviembre de 2010

11 de noviembre 2010

Este día no lo olvidaré jamás, fué como si una gran losa que tenía encima desde hacía cinco años hubiese desaparecido para siempre.

Cuando entré en la consulta tengo que reconocer que me temblaban las piernas, tenía tanto miedo. Confieso que este miedo lo he tenido siempre que he ido a cualquier revisión, es algo que jamás he conseguido controlar. Junto al ginecólogo fuimos viento todas las pruebas, analítica, tac, radiografía, densitometría, todo estaba perfecto. Faltaba la mamografía, pero el médico pensó que si no me habían avisado ya (porque hacía 15 días que me la habían hecho) es porque todo iba bién.

"Estás curada, que volviese a aparecer sería algo superextrañiísimo". Estas fueron sus palabras y podeis imaginaros cómo salimos mi madre y yo de la consulta, irradiabamos felicidad por todos los costados. Su abrazo, sus lágrimas de felicidad, ayssss cuantas cosas me hizo sentir en ese momento.

Esos días solo fueron felicidad, celebración con todo el mundo, la buena noticia estaba en boca de todos. Por fin podía considerarme CURADA.

Febrero de 2005.

En esa fecha me detectaron un cáncer de ovario, hacía escasamente dos meses que me habían dado el alta por un legrado. Pensé no acudir a la cita y posponerla para más tarde, pero como buscábamos quedarme embarazada pués fuí a la revisión.
Al hacerme la ecografía me detectaron un quiste, a primera vista no parecía nada grave. Me recetaron anticonceptivos para intentar que desapareciera, el tratamiento era para tres meses. Cuando volví a la consulta no sólo seguía ahí, sino que la cara de mi ginecólogo me decía que algo no iba bién. Decidió operarme en poco tiempo, me hice analíticas para ver los marcadores tumorales, el preoperatorio y a quirófano.
Cuando recogimos los resultados de la biopsia, ésta no dió lugar a dudas: carcinoma de ovario.
A partir de ese momento el mundo se me vino abajo, no sabíamos el estadillo, ni como terminaría todo. Nuestras vidas dieron un giro de 360º, estábamos pensando en tener un hijo y de momento tenían que hacerme una histerectomía. Prácticamente no me dieron opción a decidir poder quedarme embarazada primero, era algo que no debía plantearme.
Empezaron las pruebas para ver si había algún órgano más afectado, por suerte todo iba saliendo bién. En octubre de ese mismo año pasé por quirófano: histerectomía, anexectomía de ovarios, ganglios ... La alegría fué al recibir la biopsia, todo estaba limpio. El estadillo fué 1a, el más bajito de todos.
Todos los médicos que me vieron, y me han seguido viendo durante este tiempo me han recordado la suerte que tuve de que la detección fuera tan temprana. Normalmente éste es un tipo de cáncer que no avisa, los síntomas se pueden confundir con problemas estomacales.
A partir de ahí han sido cinco años de pruebas, reconocimiento, análisis, miedos y más miedos. Hasta el  pasado 11 de noviembre, día en el que supuestamente todo había acabado.

Mi presentación

Hola, soy Geli de Elche (Alicante), tengo 38 años y estoy casada.
Mi vida cambió drásticamente hace cinco años, desde entonces las revisiones y consultas han sido constantes.
Cuando todo parecía haber terminado y volvíamos a recuperar la normalidad, una nueva batalla acaba de comenzar.
Desde aquí quiero compartir con todo aquel que me lea, mi nueva lucha contra el cáncer. Esta vez de mama.
Gracias a los que me leais.